Son numerosos y variados los motivos que influyen para el mal funcionamiento de una clínica dental, y que puedan llevar a ésta a no cumplir con las metas trazadas, e incluso llevarla a su fracaso.
Para que esto suceda, en gran medida se debe a malas decisiones que son ejercidas a solas, en sociedad o con parte del equipo desde la dirección, cuyas consecuencias terminan perjudicando directa o indirectamente a la producción y rentabilidad de la actividad.
Según mi experiencia, las causas que originan con más frecuencia este tipo de desenlaces son los siguientes:
- Conflicto en las relaciones de los socios o las partes.
- Desconocimiento en temas vinculados a emprendimiento y empresas.
- Falta de elaboración de un plan de negocios con su plan comercial y respectiva proyección económica.
- Haber emprendido sin conocer el mercado y la competencia con anterioridad, y por sobre todo, el comportamiento del segmento de pacientes a atender.
- No estar 100% enfocado desde el servicio y la gestión en lo más importante: el paciente.
- Malo o nulo diálogo interno lo que provoca un liderazgo poco admirado, resentimiento y desmotivación en el equipo de trabajo.
- No aprender del pasado y equivocarse siempre con las mismas decisiones.
- Gran desorden administrativo y financiero, lo que conlleva a tomar decisiones apresuradas, ya sean éstas por instinto de supervivencia o conveniencia.
- Permanecer en la zona de confort y no reinventarse o, dicho otra manera, dormirse “en los laureles”.
- No contar con una buena imagen de marca, en parte, producto de todo lo anterior, y no haber invertido a tiempo en un plan de marketing.
¿Qué te puede aportar una mala decisión en tu vida profesional?:
- Tomas consciencia que el primero que debes cambiar para mejorar eres tú.
- Evitas repetir las mismas acciones que te llevaron a cometer esos errores.
- Te da la posibilidad de generar nuevas oportunidades e innovar.
- Te motiva a resolver situaciones con mayor creatividad e ingenio.
- Comprendes el resultado no esperado y aplicas otras estrategias para lograr nuevos objetivos.
- Te enseña a valorar más el trabajo en equipo y a las personas (Si quieres progresar, haz que progrese alguien más).
Por Cristian Kulzer