El término negocio deriva de las palabras latinas “nec y otium”, es decir, lo que no es ocio. Para los romanos otium era lo que se hacía en el tiempo libre, sin ninguna recompensa; entonces negocio para ellos era lo que se hacía por dinero.
Emprender un negocio no es algo fácil y quienes ya lo han efectuado saben de ello. Por ese motivo es bueno cuestionarse ciertos aspectos antes de llevar a cabo una idea empresarial.
¿Contas con una buena idea de negocio? Siempre deberás pensar en qué se distinguirá tu consultorio y quiénes serán tus potenciales pacientes. ¿Existe una verdadera demanda en el mercado por el producto o servicio que pretendes brindar?
¿Contas con los recursos necesarios? Es muy importante tener en cuenta cuánto te costará abrir un consultorio y analizar si contas o no con los recursos necesarios. En caso contrario, hay que analizar la manera más viable de obtener financiamiento, ya sea mediante la ayuda familiar, bancaria o de instituciones que fomenten el emprendimiento.
¿Conoces al mercado donde vas a trabajar? Quiénes serán tus competidores, qué los distingue, cómo reaccionarán a tu entrada en el mercado; son aspectos que no debes dejar pasar. Deberás pensar en cómo hacerte conocido en el mercado y en cómo generar confianza en sus potenciales pacientes.
¿Qué distingue a tu producto de los competidores? La ventaja competitiva es lo que le agrega valor a los servicios en un mercado parejo y es lo que definitivamente marcará la diferencia entre tu consultorio y la competencia. Pensa en las maneras que podes potenciarlas y comunicarlas. ¿Soy el mejor en algo?
¿Cuáles son los objetivos del negocio? Un buen emprendimiento se basa en el trazado de metas realistas a lograr, en el corto y largo plazo. Es decir, en una buena planificación. Cualquier acción que realices deberá mirar hacia esos objetivos.
¿Cuáles son las debilidades de tu negocio? Es importante ser realista y saber en qué áreas y tareas tu empresa podría fallar, para así contratar al personal necesario qué pueda asistirlo. ¿Qué nos falta y que nos puede afectar a futuro?
Para todo esto, es necesario armar una “hoja de ruta o Plan de Negocios”, para poder obtener el día de mañana un apoyo financiero, para conseguir los mejores resultados, para abordar y sobrellevar oportunidades y obstáculos.
Es muy importante que todo “Plan de Negocios” ya sea pequeño o grande, incluya las tres perspectivas: largo plazo + mediano/corto plazo + tareas específicas y metas.
Por Dr Cristian Kulzer