La primera impresión del paciente

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Se sabe muy bien que los primeros minutos son primordiales para que el paciente siga o no en una relación amigable con el profesional en la primera consulta.Esa cuestión no nos debe sorprender, ya que seguramente alguna vez también te ha pasado cuando te presentaron a una persona en una reunión o en una fiesta,ddne al poco tiempo y sin saber muy bien la razón, terminas haciendo una valoración sobre ella. Su apariencia, sus gestos, modales, su voz… pequeños detalles que conforman una imagen que acabas catalogando de un modo u otro.Al no necesitar ni un minuto para tener esa primera impresión podríamos afirmar que el cerebro está programado para llegar a una rápida conclusión con muy poca información.

Puede que te sorprenda, pero los estudios nos dicen que,en general, las personas somos bastante buenas en esos breves análisis que perfilan las primeras impresiones. Sea como sea, habitualmente disponemos de muy poco tiempo no solo para analizar a otros, sino para dar nosotros mismos una buena impresión.Lo mismo sucede cuando nos despedimos de esa persona, ¿cómo nos quedamos?, ¿cómo qué sensación?, ¿la recordamos o la olvidamos al instante?

El paciente se pregunta lo mismo luego de la primera consulta, porque construye su impresión en los primeros 3 minutos aunque ya a los pocos segundos está valorando tu capacidad y tu profesionalismo,e inmediatamente después se concentra en lo que ve, lo que oye y en lo que dices, todo en ese orden. El paciente percibe según “su scanneo inicial”si eres inferior, igual o superior a él y actuará en consecuencia. Recordemos que la imaginación es tan fuerte que hasta puede crear una realidad y esa situación no es más que una interpretación subjetivay una representación metaconsciente de lo que percibe a través de sus sentidos.

Lo que percibimos depende de muchas cosas, como del momento del día o del mes, de cómo salió nuestro club favorito en el partido de ayer, de cómo viajamos al trabajo ese día o como estamos viviendo esta época de la vida y otras, como los filtros, creencias y modelos mentales que se van fijando a lo largo del tiempo hasta convertirse en canales de percepción predominantes.

No olvides que el paceinte “ve lo que quiere” e interpreta al mundo en función de lo que más le interesa, por ese motivo, en esa primera consulta no le des motivos y evita en lo posible actitudes inapropiadas a su percepción.

Por Dr. Cristian Kulzer

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