El tiempo es un recurso que no podemos comprar ni vender. Cada uno de nosotros cuenta con la misma cantidad por día: 24hs. Es el recurso mejor repartido, el más equitativo. Eso sucede independientemente si contas con tu propio emprendimiento o si trabajás en alguna entidad, el tiempo es uno de los recursos más valiosos que tenés y vale como el dinero.
Probablemente habrá profesionales que sepan aprovechar al máximo su tiempo en el consultorio, aplicando técnicas o hábitos que le han resultado muy satisfactorias en el pasado teniendo un claro sentido de las prioridades.
¿Cuál es la diferencia entre usar el tiempo o aprovecharlo?
Aprovechar es una estrategia que implica usar el tiempo de manera inteligente para conseguir las metas más importantes. Gestionar tu tiempo es el proceso diario que se usa distribuyendo tu día laboral de acuerdo a las prioridades: es decir, de que manera vas a distribuir tu agenda de turnos, cuáles son las responsabilidades asignadas para hoy, a que personas tenés que llamar, que tareas pensas delegar en tu equipo y a quién se las vas a proponer, cuánto tiempo le dedicarás a las tareas administrativas y a evaluar las necesidades de tus recursos.
No dejes nada al azar y si lo haces, estarás dejando el control de tu tiempo a otras personas, a imprevistos o a situaciones inesperadas que debes ir resolviendo porque precisamente no las vaticinaste.
Si esto te llegara a pasar, invertí la mayor parte de ese tiempo a pensar en cómo resolver ese apuro, en lugar de malhumorarte, buscar excusas o responsables. Pero ¿cómo se sale? Actuando de manera diferente, planificando el día, cambiando, porque por lo general nos quedamos atrapados en el dilema y se sabe que desde allí nunca se sale.
Para empezar podés ir armando un listado de las tareas frecuentes del día a día y registrar el tiempo que le vas a dedicar a cada una de ellas monitoreándolo semanalmente. Empeza por lo que te vaya a generar mayores beneficios o mejores resultados. Es necesario colocar en una columna el grado de importancia y las consecuencias de hacer esa tarea o no. Otra forma es evaluar que tan redituable es ese tiempo utilizado, si es que eso es posible. Los resultados a menudos son sorprendentes.
La pérdida de tiempo o el no aprovechamiento del mismo, entra en el terreno de los costos de la no calidad, que son aquellos costos que se van acumulando a lo largo del día sin tener la constancia del mismo.
Recordá que no vas podés organizar el trabajo de tu secretaria, asistentes y demás integrantes de tu equipo del consultorio si no sos capaz de concluir con esta primera etapa eficazmente.
Al organizar tu tiempo no te traiciones, no pongas pretextos, cuidado con las trampas y los errores frecuentes, como hacer las tareas que más te gustan o las más fáciles, trabajar en lo que más sabes o sobre el último problema, detenerte en lo urgente por más que no sea importante, no concluir con las metas pautadas o sacar conclusiones rápidas.
por Dr. Cristian Kulzer