En repetidas oportunidades me encontré frente a situaciones en las que la gente me preguntaba “cómo estaba”, y yo sonriente les respondía que me encontraba muy contenta. Esta respuesta sorprendía y acto seguido me preguntaban a qué atribuía mi alegría. Fue entonces cuando me di cuenta que simplemente estaba feliz, que no existía un motivo en particular; nada fuera de lo común había sucedido. Luego de reflexionar mucho sobre esto descubrí algunas claves que me ayudan a sentirme de este modo y quise compartirlas con ustedes.
- Concentrate en el PRESENTE. Para poder avanzar es necesario que dejemos atrás nuestro pasado y no estemos tan pendientes de todas esas expectativas que tenemos del futuro. Como dice la frase: «El pasado ya no está, el futuro es incierto, solo tenemos el momento presente». Por lo tanto, centrarse en lo que tenemos ahora es, diría yo, la clave principal para sentirse bien.
- Reflexioná sobre tus EMOCIONES. Tenemos que prestarle más atención a todas esas emociones que afloran ante las distintas situaciones que nos presenta la vida. Tenemos que aprender a conocernos: ¿quién soy?, ¿cuáles son mis deseos, mis metas, mis sueños?, ¿por qué determinada situación me pone nervioso, o me causa miedo? Es importante hacernos este tipo de preguntas, reflexionar y, asimismo, escuchar nuestra mente y nuestro cuerpo.
- Hacé un PLAN. Diseñemos nuestra vida. Establezcamos algunas metas realizables a corto plazo. Ellas nos motivarán a seguir haciendo cambios y así alcanzar futuros logros. Asimismo, deberíamos encontrar el verdadero deseo detrás de estas metas. ¿Por qué quiero llegar a ese resultado?, ¿cómo afectará mi vida?, ¿cómo me sentiré cuando llegue allí? Tenemos que saber en qué nos vamos a focalizar y poner allí nuestra energía.
- Poné toda tu ENERGÍA en ese plan. Debemos dejar de lado cualquier cosa que interfiera con él; rodearnos de personas que nos guíen en esa dirección y nos acompañen con amor y generosidad. Todas las compañías o situaciones “tóxicas” hay que intentar sacarlas del camino o evitarlas.
- CONFÍA en vos. Podemos lograr lo que nos proponemos. Posiblemente nos crucemos con personas que quieran tirarnos abajo, opacar nuestros sueños o burlarse de nuestras metas. No debemos dejar que nadie ni nada nos aleje de lo que ardientemente deseamos.
- Viví con PASIÓN. Si te conectás apasionadamente con todo lo que hacés, vas a aprender a disfrutarlas más. Asimismo, vas a obtener resultados mucho más rápido. Ser apasionados con la vida implica poner nuestra energía, alegría, amor y fuerza en todo lo que emprendemos. La pasión es como un motor extra que nos da un gran empujón.
- Dar. Otra manera de sentirnos realmente satisfechos es contribuir en algo que sirva al bien común. Hagamos todo lo que esté a nuestro alcance para ayudar o asistir a otros. Cuando damos sin esperar nada a cambio, la recompensa es inmediata.
A medida que vayamos cambiando nuestras actitudes frente a las cosas y conectándonos con nosotros mismos, nuestra vida va a ir modificándose también, y así lograremos un estado más amplio de conciencia.