Por esto no estas creciendo con tu clínica

La verdad que nadie te dice

¿Te has preguntado alguna vez por qué no estás creciendo profesionalmente? Si sientes que trabajas sin parar y, aun así, tu clínica no avanza, es momento de reflexionar. No es por falta de esfuerzo, sino por dónde estás enfocando tu tiempo, tu energía y tu atención.

Trabajar más no significa avanzar más

Aquí te explicaré cuales son los puntos clave que debes analizar.

¿Te has preguntado alguna vez por qué no estás creciendo profesionalmente? Si sientes que trabajas sin parar y, aun así, tu clínica no avanza, es momento de reflexionar. No es por falta de esfuerzo, sino por dónde estás enfocando tu tiempo, tu energía y tu atención. Trabajar más no significa avanzar más. Aquí te explicaré cuales son los puntos clave que debes analizar.

De acuerdo a los resultados de una encuesta propia, realizada a 125 dueños de clínicas dentales, el 84% de los problemas que suelen ocurrir en las clínicas dentales no son de origen clínico o asistencial, sino que se vinculan a temas de dirección, organización y gestión, también asociada a la falta de conocimiento, dedicación y convicción a la hora de tomar decisiones. Si no se trabaja cuidadosamente en esos temas, probablemente seguirás atrapado en un círculo de trabajo duro, mayor estrés y resultados mediocres.

Tu crecimiento profesional y el de la clínica comenzará, no solo con el ingreso de pacientes nuevos, sino cuando tomes el control de tu clínica y lo veas como una empresa. Ser un odontólogo exitoso no solo significa ser un excelente clínico, sino que además debes pensar y actuar como un empresario.

Entiendo que esta última palabra no sea tan querida y aceptada por el sector de la salud, pero, por muchísimas razones hay que empezar a asimilarlo y verlo así. Yo tardé muchos años en darme cuenta de esto. Sin embargo, esto no significa dejar de lado tu pasión y la ética por la odontología; todo lo contrario: significa complementarla con herramientas e información que te permitan tener un flujo de ingresos estable, delegar tareas y dedicarte a lo que amas, sin descuidar la clínica. Porque no se trata solo de sobrevivir, sino de prosperar.

En definitiva, un empresario es alguien que lidera, gestiona y asume los riesgos de una empresa o negocio con el objetivo de obtener beneficios. No necesariamente es el dueño del capital, pero sí quien toma las decisiones estratégicas para el crecimiento y éxito de la organización.

En el ámbito odontológico, ser un empresario implica que, además de tus habilidades clínicas, desarrolles competencias en gestión, finanzas, marketing y liderazgo. Esto te permitirá dirigir tu clínica de manera efectiva, tomar decisiones informadas y asegurar su crecimiento sostenible.

Adoptar una mentalidad empresarial te ayudará a:

  • Identificar oportunidades de negocio: Ampliar tus servicios o implementar nuevas tecnologías.
  • Optimizar recursos: Gestionar eficientemente el tiempo, el personal y los materiales.
  • Innovar: Diferenciarte en el mercado ofreciendo un valor añadido a tus pacientes.

Por otro lado, otro de los resultados que arrojó la misma encuesta es que el 77% de los odontólogos dirigen sus clínicas sin contar con una visión clara, como suelo decir en mis cursos, “sin un GPS que te conduzca a ese destino que tanto deseas”. En pocas palabras, la clínica funciona, pero va sin rumbo y no crece.

Quizás estés reflexionando igual que un colega amigo, que la semana pasada me dijo: «Yo creía que necesitaba tener más pacientes nuevos para poder crecer e invertir en la última tecnología, ahora que todo pasa por lo digital. También pensé que con solo contratar a una agencia que me haga publicidad en Internet ya alcanzaba. Hasta llegué a pensar que, como no tenía mucha actividad en las redes, me estaba perdiendo grandes oportunidades, así que empecé a hacer videos para explotar mis redes sociales. Pero ahora veo que hay otros temas que tengo que revisar y mejorar.»

¿Qué sucede cuando esos pacientes llegan y tu clínica no está preparada para recibirlos de manera eficiente y rentable?

Si dedicas la mayor parte de tu tiempo a atender pacientes y apenas un pequeño porcentaje a liderar tu clínica, probablemente estés dejando pasar otras oportunidades. Por ejemplo:

  • No estás analizando las finanzas reales de tu clínica.
  • No tienes un plan para fidelizar a los pacientes actuales.
  • No sabes cómo contratar ni pagarle adecuadamente a un especialista.
  • Tu equipo no está alineado con tus objetivos porque nunca le diste un rol claro ni lo capacitaste.
  • No mides a tu competencia ni entiendes cómo diferenciarte ante la mirada de tus pacientes.
  • No realizas seguimiento a los pacientes que ya consultaron, lo que significa que dejas tratamientos inconclusos y oportunidades en el aire.
  • No cuentas con estrategias comerciales ni alianzas efectivas que expandan tu alcance y mejoren tu rentabilidad.

Ahora que conoces esto, ¿estás listo para dejar de «hacer más de lo mismo» y empezar a construir el 2025 que quieres para tu clínica?

Por dónde empezar

  1. Define tu visión: Pregúntate cómo imaginas tu clínica en 5 años. Escribe ese objetivo y compártelo con tu equipo.
  2. Evalúa tus finanzas: Dedica una hora esta semana para revisar tus ingresos y gastos. Identifica posibles fugas financieras.
  3. Establece un plan de fidelización: Diseña una estrategia sencilla para que los pacientes actuales vuelvan y completen sus tratamientos.

El primer paso hacia un cambio significativo está en tus manos, no en una agencia.

Toma la decisión hoy y marca la diferencia.

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